Displasia de cadera
Caracas 01 Septiembre, 2013
|
Introducción
La displasia de cadera es una
enfermedad biomecánica que se caracteriza
por una incongruencia articular
progresiva, provocada a partir de una laxitud articular y que finaliza en una
enfermedad degenerativa articular (EDA).
La displasia
coxofemoral (DCF) no es una enfermedad congénita, ya que las caderas son
normales al nacimiento. La afección aparece a partir de un conjunto de factores
ambientales Desde el punto de vista anatómico, la cadera es una articulación
esferoide, formada por una cabeza redonda y una cavidad cotiloidea (el
acetábulo), que ajustan perfectamente entre sí.
Actúan
sobre una base genética múltiple, de alta heredabilidad (oscila entre 0,2 y 0,6
según la raza) que determina un retraso en la maduración de las estructuras de
soporte articular que lleva, en mayor o menor medida, a la aparición de
laxitud, primer paso hacia la incongruencia articular.
Incidencia
La
incidencia actual dentro de las diferentes razas oscila desde casi un 50% en el
San Bernardo hasta menos del 1 % en los Borzoi (Galgo Ruso).
En la
tabla se muestra el porcentaje aproximado de aparición de la DCF en las razas
más frecuentes.
Raza
|
Incidencia
|
San
Bernardo
|
48%
|
Golden
retriever
|
23,5%
|
Rottweiler
|
23,5%
|
Pastor
Ingles
|
22,5%
|
Ovejero
Alemán
|
22%
|
Bóxer
|
16%
|
Airedale
Terrier
|
15%
|
Labrador
retriever
|
15%
|
Alimentación y DCF
La nutrición desde el
nacimiento hasta la maduración
esquelético juega una rol clave en la expresión
clínica de la DCF.
Está
demostrado, al menos en las razas grandes y gigantes, que los animales
sobrealimentados y que tienen un alto ritmo de crecimiento suelen sufrir
afecciones esqueléticas múltiples, además de un tamaño corporal final menor al
que potencialmente podrían llegar genéticamente. Una sobre nutrición durante el
desarrollo no es sinónimo de un individuo sano. Por el contrario, son pacientes
predispuestos a sufrir enfermedades tales como retenciones de cartílago,
osteocondritis disecante o a intensificar la gravedad de una dísplasia de
cadera.
Diagnóstico
Diagnóstico Clínico
Desde
el punto de vista clínico se puede hablar de 3 estados:
El
primer estadio comienza con el inicio de los signos clínicos en el cachorro y
pueden ser detectados desde los 3 a 4 meses de edad. Son, en su mayoría,
manifestaciones de dolor. Suelen ser advertidos por dueños muy observadores, ya
que es poco frecuente que el animal se queje espontáneamente al realizar un
ejercicio. En general se refieren al tipo de ambulación y a la actividad que
desarrollan los cachorros: correr con ambos miembros posteriores juntos,
entrecruzarlos en determinado momento, echarse frecuentemente o permanecer
acostados por mucho tiempo; todas estas son maneras de mover menos las caderas
adoloridas por una DCF En casos severos, en algunos pacientes, se observa mal
desarrollo de la musculatura alrededor de la cadera.
Es
importante aclarar que no todos pacientes manifiestan todas estas etapas
clínicas, y esto dependerá de la gravedad de la DCF. Hay individuos que tienen
signos clínicos de jóvenes, luego mejoran y vuelve el cuadro sintomatológico de
adultos. En otros casos sólo se manifiesta la enfermedad hacía la vejez o luego
de un trauma.
Diagnóstico radiológico
Debido
a que en la DCF coexisten alteraciones en tejidos duros y blandos, no siempre
el cuadro radiológico se corresponde con el cuadro clínico. Así encontramos
pacientes con trastornos locomotrices leves e imágenes de enfermedad avanzada,
como también una radiografía indicativa de un grado leve de DCF en un animal
sumamente dolorido
Cuál es el pronóstico según los grados?
Pronóstico para la salud del perro.
Los perros con ligera displasia
coxofemoral que no deban satisfacer grandes exigencias, no tienen por qué
enfermar de un modo visible. Como los animales reaccionan a menudo muy poco a
dolores crónicos, puede pasar desapercibida esta afección incluso en perros
afectos de una mediana displasia coxofemoral si no desencadena la cojera un
trauma, p. ej., Una distorsión articular al saltar o un sobreesfuerzo agudo.
Por lo
tanto, pueden entregarse o mantenerse sin inconveniente alguno los perros
afectados de una ligera o mediana displasia coxofemoral como animales de
compañía.
Tratamiento
Objetivos: Todos los tratamientos
intentan mejorar la calidad de vida del las mascotas.
Debo
enfatizar que siendo una enfermedad grave funcional no es grave vital,
en otras palabras el paciente sufrirá de una disfunción en la locomoción pero
no compromete su vida.
Un
animal enfermo de displasia puede vivir toda su vida con esta enfermedad y
llevar una vida placentera. La displasia es una entidad controlable pero no
curable.
Los
tratamientos tienen por objetivo:
- Inhibición de la inflamación
- Alivio del dolor
- Regeneración de las superficies articulares
- Reparación del cartílago
- Recuperación de la función articular
Métodos
Conservadores – no invasivos
- Corticoides
- Antiinflamatorios no esteroideos
- Condroprotectores
- Regeneradores del cartílago
Quirúrgicos
- Sección del músculo pectíneo
- Plastica del techo del acetábulo
- Osteotomías
- Prótesis total de la articulación
Resección
de la cabeza del fémur
Así como es muy importante que el diagnóstico
sea realizado correctamente, es importante su precocidad, a fin de implementar
el tratamiento correcto, reparador o preventivo de situaciones de mayor
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