viernes, 6 de septiembre de 2013

Alimentos peligrosos para el gato.


Alimentos peligrosos para el gato.

                                                                         ¿Qué es lo que no debe comer tu mascota? 

 
Cualquiera que tenga un gato sabrá que la alimentación de su pequeño felino es importantísima y que cuidarla es responsabilidad suya, ya que el animal puede sentirse atraído por alimentos que pueden resultar peligrosos y que puede que formen parte de una dieta habitual en el hogar. Hay que tener en cuenta que el gato es un animal que tiene más dificultad que el perro para eliminar las toxinas a través de su hígado y, por tanto, es más sensible que los canes a determinadas comidas. Sal y azúcar en exceso o vísceras de pescado crudo son algunos de los alimentos que pueden provocar en el gato problemas gastrointestinales o parálisis corporal. Desde amoresdeperros ofrecen un listado de alimentos y sustancias que pueden provocar graves problemas de salud al gato.




Vísceras del pescado crudas: la parte desconocida sobre el gato que come pescado es que la ingestión excesiva de vísceras de esta carne crudas puede provocarle parálisis o rigidez muscular (denominada parálisis de Chastek). La razón es que contienen un componente que destruye la vitamina B1, cuya carencia provoca la parálisis en los músculos del gato. Otro peligro para el gato que consume pescado son las espinas, que le pueden producir perforaciones en el esófago y obstrucciones intestinales. Además, conviene recordar que el pescado crudo contiene un parásito llamado anisakis que puede provocar en el gato molestias estomacales



La sal: un gato debe ingerir poca sal para evitar cúmulos de restos salinos en el riñón que le provoquen problemas urinarios. Los alimentos específicos para ellos contienen la proporción adecuada de sal, pero si el dueño quiere ofrecer algún extra culinario de manera puntual, es recomendable jamón pavo bajo en sal



La leche, en poca cantidad: la leche se suele asociar al 
gato como un alimento que le gusta y le sienta bien. Sin embargo, no siempre es así. El gato que tiene intolerancia a la lactosa e ingiere leche puede sufrir diarrea. No obstante, hay felinos a los que este alimento les sienta bien, pero es aconsejable ofrecérselo en pequeñas cantidades y de manera esporádica.

La cebolla:
la cebolla, los cebollinos y los puerros contienen tiosulfato, un componente que provoca en el gato la destrucción de sus glóbulos rojos, lo que también se conoce como anemia hemolítica. Otra parte de esta verdura que resulta tóxica para el gato son los brotes verdes (similares a tallos) que crecen en ella.

El chocolate:
contiene teobromina y el gato tiene un metabolismo que carece de la capacidad de eliminar esta sustancia. Por ello, si se acumula en grandes cantidades en la sangre del felino, resulta tóxica y mortal para él.

Huesos del pollo:
resultan peligrosos para el gato porque su ingestión le puede provocar daños en el intestino, como perforaciones u obstrucciones. En caso de ofrecer pollo al gato, lo más recomendable es hacerlo cocido y si huesos.




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