La
toxoplasmosis en Gatos y Mujeres
embarazadas
CAPITULO I
La toxoplasmosis en gatos es una enfermedad poco frecuente. El
gato representa el hospedador definitivo para este parásito (consultar ciclo
vital al final del documento) y la gran mayoría de los gatos portadores no
muestran nunca signos clínicos de enfermedad en el momento de la infección.
Cuando éstos se producen, la severidad del cuadro depende del órgano afectado y
del grado de necrosis que el parásito origine.
Dado que el gato es el único animal que puede eliminar en las
heces las formas infectivas del parásito T. gondii, es frecuente que los
médicos y ginecólogos adviertan a las mujeres embarazadas o con planes de tener hijos sobre los
potenciales peligros del contacto con los gatos.
Existen numerosas evidencias científicas que demuestran que el
contagio de T.
gondii a
los seres humanos por contacto con las heces de un gato infectado es
poco probable.
La gran mayoría de las personas que se infectan lo hacen a través
de la ingestión de carne poco cocinada, ingestión de vegetales u hortalizas
contaminados con ooquistes del parásito o por el
contacto directo con suelos contaminados.
Por tanto es erróneo asumir que siempre que
una persona se infecta con T.
gondii, el origen de la infección ha sido el contacto con un gato.
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