La toxoplasmosis en el gato.
La toxoplasmosis en gatos es
una enfermedad poco frecuente. El gato representa el hospedador definitivo para
este parásito y la gran mayoría de los gatos portadores no muestran nunca
signos clínicos de enfermedad en el momento de la infección. Cuando éstos se
producen, la severidad del cuadro depende del órgano afectado y del grado de
necrosis que el parásito origine.
En gatos inmunodeprimidos y
gatitos puede provocar cuadros severos con neumonía, hepatopatías,
pancreatitis, miocarditis y encefalitis.
En gatos inmunocompetentes
ocasionalmente puede inducir la presentación de cuadros de fiebre, miositis y
enfermedad ocular, principalmente uveítis.
Contagio en personas.
Dado que el gato es el único
animal que puede eliminar en las heces las formas infectivas del parásito T.
gondii, es frecuente que los médicos y ginecólogos adviertan a las mujeres
embarazadas o con planes de tener hijos sobre los potenciales peligros del contacto
con los gatos.
Existen numerosas evidencias
científicas que demuestran que el contagio de T. gondii a los seres humanos por
contacto con las heces de un gato infectado es poco probable y que la gran
mayoría de las personas que se infectan lo hacen a través de la ingestión de
carne poco cocinada, ingestión de vegetales u hortalizas contaminados con
ooquistes del parásito o por el contacto directo con suelos contaminados. Por
tanto es erróneo asumir que siempre que una persona se infecta con T. gondii,
el origen de la infección ha sido el contacto con un gato.
Los gatos infestados por T.
gondii son los responsables de diseminar el parásito al ambiente dentro de sus
deyecciones, pero las heces de gato recién eliminadas no suponen un riesgo real
de contagio, ya que contienen ooquistes aún no esporulados que no son
infecciosos. Para ser infecciosos, los ooquistes deben esporular, lo cual
sucede entre las 24 horas y los 5 días tras la deposición de las heces.
Durante la primera infección
por T. gondii, el gato libera ooquistes no esporulados a través de las heces
durante tan sólo una a tres semanas y, tras ello, queda como portador de
quistes en sus músculos y vísceras. A partir de este momento no elimina
ooquistes en las heces y, por tanto, no supone un riesgo para las personas.
Los gatos se infectan:
- Ingiriendo carnes y
tejidos infectados con quistes provenientes de carnes poco cocinadas.
- Ingiriendo carnes y
tejidos infestados con quistes provenientes de presas cazadas en su hábitat.
- Bebiendo aguas no controladas
(agua de tiestos, ríos…), contaminadas con ooquistes esporulados.
- Durante la gestación, por
diseminación transplacentaria en madres seronegativas.
- Durante la lactación.
- Mediante una transfusión
de sangre proveniente de un gato con infección activa.
Por tanto los gatos deben
ser preferentemente alimentados con comida comercial. Cualquier otro alimento
debe ser cocinado a altas temperaturas durante 10 minutos y en el caso de
alimentarles con carne cruda, ésta debe congelarse a temperaturas inferiores a
-20º C durante 2 días. Se debe intentar que no cacen y para ello se pueden
emplear cascabeles que avisen a sus presas o salidas controladas bajo
vigilancia.
Las personas se infectan:
- Comiendo carne poco
cocinada o cruda.
- Manipulando carne cruda
sin guantes.
- Ingiriendo leche cruda de
cabra.
- Comiendo verduras frescas
contaminadas no lavadas adecuadamente.
- Durante labores de
jardinería o en patios de juegos para niños, si las arenas están contaminadas
(el contagio requiere que se metan las manos sin lavar en la boca).
- Bebiendo agua contaminada
con ooquistes esporulados.
- Ingiriendo directamente
restos de heces de gatos infectados por Toxoplasma gondii que se encuentren en
la fase de eliminación de ooquistes. Al menos deben haber transcurrido 24 horas
después de la deposición.
- La infección no se produce
tocando o acariciando al gato. Los veterinarios de pequeños animales, que están
en contacto físico frecuente con gatos, no presentan una mayor seroprevalencia
que personas con otras profesiones
Medidas que se deben tomar
para evitar el contagio por parte de una mujer embarazada o cualquier otra
persona:
- Se debe comer siempre
carne cocinada a altas temperaturas durante 10 minutos, o congelar las carnes a -20ºC durante
dos días si se van a consumir poco hechas.
- Se deben lavar
adecuadamente las verduras siempre antes de su consumo.
- Se debe beber sólo agua
potable o de procedencia conocida o tras ser filtrada/hervida si se desconoce
su procedencia.
- Se deben utilizar guantes
durante las labores de jardinería y al manipular carnes crudas, o lavarse
adecuadamente las manos tras ello.
- Las bandejas de arena de
los gatos deben limpiarse diariamente con una paleta. Las mujeres embarazadas
deben evitar manipular la bandeja de arena, pero si esto no fuese posible es
recomendable que lo hagan con guantes desechables y mascarilla. Para
desinfectar la bandeja el mejor método es el agua hirviendo o el vapor a
presión, pues los ooquistes esporulados son resistentes a la mayoría de
desinfectante
Las evidencias científicas
disponibles en la actualidad demuestran que el contagio de toxoplasmosis de
gatos a personas, incluidas mujeres gestantes y enfermos de SIDA, es altamente
improbable siguiendo unas normas básicas de higiene. Por lo tanto consideramos
completamente injustificado el abandono o rechazo de los gatos en caso de un
embarazo en la familia, aunque éste sea el consejo de algunos médicos